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Un académico describe seis condiciones para una traducción influyente del Corán

3:51 - October 13, 2025
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IQNA – Un destacado traductor del Corán afirma que la claridad, la accesibilidad y la profundidad académica son esenciales para que cualquier traducción del Corán tenga eco en el público moderno.

Un académico describe seis condiciones para una traducción influyente del CoránHojat-ol-Islam Mohammad-Ali Kousha, destacado traductor, intérprete y jurista coránico, cree que traducir el Corán para los lectores de hoy requiere tanto dominio lingüístico como integridad espiritual.

En una conversación con IQNA sobre los desafíos de la traducción moderna del Corán, Kousha expuso los principios clave que, según él, distinguen una versión influyente y duradera del texto sagrado.

Kousha, nacido en 1952 en Bijar, es uno de los eruditos coránicos más prolíficos de Irán. Ha revisado cerca de 200 traducciones persas del Corán y ha sido pionero en cursos avanzados sobre traducción coránica en los seminarios iraníes. Su propia traducción comparativa del Corán, publicada por Ney Publishing a fines de 2022, ha sido reimpresa tres veces y elogiada por expertos. La obra también ha recibido la aprobación del Líder de la Revolución Islámica.

Según Kousha, el punto de partida para cualquier traducción significativa radica en la naturaleza misma del Corán. “El Corán se describe a sí mismo como ‘Mobin’ [15:1], es decir, luminoso e iluminador”, dijo.

“Una traducción, por tanto, debe transmitir los significados con la misma claridad y transparencia. Debe ser comprensible para todos, tal como el Corán fue revelado para serlo.”

Subrayó que una buena traducción debe estar “libre de oscuridad y complejidad”, haciendo eco del versículo coránico que elogia al Libro como “sin torcedura” [18:1].

“El traductor debe evitar un lenguaje enrevesado o expresiones arcaicas”, afirmó. “El texto debe fluir de forma natural, preservando al mismo tiempo la elocuencia y la majestuosidad del original.”

Scholar Outlines Six Conditions for an Influential Quran Translation

Seis condiciones esenciales
Kousha considera que las cualificaciones del traductor son incluso más importantes que el estilo de la traducción en sí. Basándose en la erudición clásica y moderna, se refirió a las condiciones expuestas por Jalal ad-Din al-Suyuti en Al-Itqan fi Ulum al-Quran y posteriormente ampliadas por el erudito iraní Mohammad Mahdi Khorramshahi. De las 22 condiciones que enumeraron, Kousha señaló que seis son indispensables.

“La primera,” dijo, “es el dominio de ambos idiomas: el idioma fuente, el árabe, y el idioma de destino, como el persa. Sin un dominio completo de la gramática y la expresión en ambos, la precisión es imposible.”

El segundo requisito, añadió, es la capacidad de escribir con un “estilo sólido, claro y fluido”. Una traducción, por muy precisa que sea, fracasa si su prosa es pesada o torpe. “Si el texto no se lee con naturalidad, el público no captará su significado”, afirmó Kousha.

En tercer lugar, subrayó la importancia de estar familiarizado con las ciencias coránicas. “El traductor debe comprender los conceptos de muhkam y mutashabih, nasikh y mansukh, así como las diferencias entre los versículos generales y específicos”, explicó. “Sin esto, no se pueden interpretar —ni siquiera traducir correctamente— ciertas expresiones o matices teológicos.”

La cuarta condición es el conocimiento de la jurisprudencia islámica, o fiqh. Kousha señaló que alrededor de 500 versículos del Corán tratan sobre normas legales, por lo que el traductor debe entender estos contextos.

“No se pueden traducir correctamente los versículos sobre herencia en la sura al-Nisa sin familiaridad con la jurisprudencia”, indicó. “Muchos traductores —incluso algunos juristas— han cometido errores en estos versículos por falta de atención o experiencia legal.”

La quinta condición, continuó, es el conocimiento de la teología, o kalam. Esto permite al traductor distinguir entre los atributos de Dios que se refieren a la esencia divina y los que se refieren a los actos divinos. “Por ejemplo, la palabra wāsiʿ aparece once veces en el Corán”, explicó. “En algunos versículos significa ‘todo-abarcador’, no simplemente ‘generoso’ o ‘amplio’. Sin conocimiento teológico, se pierden estas sutilezas.”

Por último, Kousha afirmó que el traductor debe poseer “salud mental y espiritual”. Solo la capacidad intelectual, advirtió, no es suficiente. “Si un traductor carece de equilibrio interior o tiene una mente inclinada a la superstición, podría interpretar los versículos según sus prejuicios personales”, dijo. “Una persona así, aunque sea erudita, no está calificada para traducir el Corán.”

Más allá de estas seis condiciones, Kousha señaló la importancia de mantener una “prosa estándar”. Una traducción del Corán, argumentó, debe evitar un lenguaje obsoleto, forzado o artificial, y reflejar un tono equilibrado que sea “elocuente, expresivo, fluido y fiel al significado”.

“El traductor debe abstenerse de usar vocabulario anticuado o excesivamente ornamentado”, dijo. “El lenguaje debe ser accesible pero digno — cercano al habla natural de los lectores cultos, y al mismo tiempo preservar la santidad del mensaje divino.”

 

 

 

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